jueves, 8 de julio de 2010

Hubo una vez... una promesa.


Es miércoles siete de julio… ayer fue seis y recuerdo que hace un mes atrás hice una promesa con alguien que estimo mucho y que los recuerdos van haciéndome entender que ese alguien está muy lejos y muy cerca a la vez.

Ayer para ser seis, no recordé mucho de aquella promesa, tal vez sea yo el único que la recuerde tardíamente, y digo que la recuerde porque fueron pocas las ocasiones en las que mi mente daba un salto y hacía mención, a modo de engaño, el que ya se cumpliera un mes de aquella promesa.

Las cadenas que me atan, y las que me atan a todos los pasados que deje son los recuerdos.

Cada grillete lleva un nombre, y el nombre de ese es el que poseen varios grilletes que lastimosamente se están desvaneciendo, y se desvanecen por un acido llamado tiempo.

No sé si la promesa se haya cumplido. No sé si yo gané la apuesta o es que la otra parte la ganó, lo único que sé es que si todo sigue así lograré dejar en el olvido todo, todo lo que me hizo sentir, vivir y lastimosamente amar a alguien que tal vez no debió ser..
Por ahora el cambio que llevo es saludablemente agradable. Todo va cambiando en mí, para variar, otra vez. Y es que soy así, muy cambiable, muy voluble y tercamente combinable.

Mi entorno me ayuda a eso, a cambiar, a saber que el tiempo pasa y que este año no pasa en vano. Me estoy curando y, el tratamiento, la cura de lo que pase es muy larga, un calendario será suficiente?... No lo sé, pero mientras me sienta como hasta ahora, mientras mis ánimos se calmen al escribir en una hoja, mientras mis dedos reconozcan cada teclado de esta cosa y mientras respire sin memoria se que podre vivir sin ataduras, ni guillotinas.

jueves, 1 de julio de 2010

Sin costumbres


Lo extraño, de una manera cagada pero lo extraño… y así, hecho mierda, espero que las palabras cibernéticas calmen esta exasperación que tengo.


Lo pienso, lo recuerdo, ya no le tengo cólera, ni el más mínimo rencor, creo que a pesar de que todo acabo mal, siento que la relación que existió ahora último entre él y yo fue la más saludable que puedo haber.

Sigo siendo un adicto, pero ya no como antes, ahora no hay partes de él que me gusten. El era una droga entera para mí. El era mi todo. No era sexo, no era pudor, no era más que él.

Lo extraño horrible porque me da una curiosidad tremenda el saber que está haciendo o que le falta hacer. Lo extraño horrible porque no puedo verlo y la verdad que no me atrevería a verlo.

Estoy bien así, es algo extraño, una cosa de locos calatos… o de “locas” calatas jajaja, según sea el caso. Pero la cuestión es que me siento bien al estar alejado de él, lo extraño, si, es verdad pero esta distancia me hace estar bien.

Confuso, cojudo y polar, pero me siento bien al no verlo… de haber sido una droga endémica…pues con todo lo último que pasamos dejo de ser algo enfermizo y paso a ser una costumbre. Él, solo él, su familia no, solo él.

Ya me calme un poco, ya se me paso, y es que como dice la letra de una canción… “… yo la logre dejar de amarte, no hago otra cosa que olvidarte” eso es lo que me pasa.

Es cosa de tiempo, y miren que el tiempo ha pasado para que no me perturbe como antes y me torne ansioso como ayeres… lo único que queda de él ahora es una nostalgia terrible.

Una nostalgia tremenda por estar a su lado, sin esperar nada a cambio más que una mera compañía, un amigo. Algo frustrante pero me bastaba con eso… y a veces, como cuando decidí alejarme, resultaba encolerizante el tenerlo cerca y no saberlo mío.

Pero bueno ya paso, todo queda atrás y como cuando empezaba a escribir… mi cagada cabeza ya se calmo y en realidad eso es lo único que necesito… calmarme y hacer que las agujas del reloj avancen al compas de mi baile, de mi vida y de cada latido de mi corazón que de hecho, busca vivir sin costumbres.

Te extraño

Te extraño!!!.... Te extraño cuando tengo tiempo. Cuando siento que algo dentro de mi se libera, algo que esta preso en mi cabeza, en ...