Me cansé de no tener rumbo.
Me canse de buscar una piedra donde apoyarme.
Me cansé de divertirme de noche y perder el control de las cosas.
Me cansé de tener en la cabeza a “alguien”.
Me cansé de seguir subiendo de peso.
Me cansé de tratar de empezar de nuevo… o de continuar lo dejado.
Me cansé de ser un trapeador sentimental… aunque a pesar de cansarme lo siga siendo.
Me cansé de ser aquel que solo ríe, que solo divierte y que solo da alegría.
Me cansé de ser Candy, aquella lokilla que es solo un mero personaje creado por la diversión, por la falta de cariño y por el tratar de encasillar en un mundo que creo divertido y liberalmente etílico.
Me cansé de los ataques de mis “amigas”, de algunos compañeros de trabajo.
Me cansé de ser aquella conchuda o mejor dicho conchudo que no le interesa nada.
Me cansé de sufrir por alguien que no vale la pena y a quien digo “amar” demasiado.
Me cansé de seguir dejando el tiempo pasar, y excusarme en cosas que no tienen la debida importancia.
Me cansé de tratar de caer bien a los demás, de seguir la corriente.
Me cansé de haber olvidado decir “no puedo” solo por no quedar mal.
Me cansé de buscar y recordar al “gran amor de mi vida” en otras personas… o tal vez será que ya lo encontré en otra persona y eso me pone mal.
Me cansé de muchas cosas… pero sobre todo siento que me cansé de mi. De esta vida que llevó o que literalmente estoy dejando escapar como cuando tenía mis 18 años de vida.
Me cansé del mundo gay donde siento que todos te atacan sea por lo que sea.
Me cansé de guardarme todo en mis adentros, de seguir siendo aquella dulce y callada persona que no quiere atacar porque siente que si lo hace se quedará sola.
Me cansé de estar en este cuarto que no es mío, y del cual me hacen salir cada vez que llega visita alguna.
Me cansé de no tener mi propio espacio, de no tener mis cosas, de no tener nada más que una inconclusa carrera universitaria.
Me cansé de seguir con la vida en vilo, de dejar mis operaciones para delante, de dejar que le tiempo siga su curso y yo siga igual como hace antes.
Me cansé de todos y de todas, de aquellos que buscan ser mujeres y por no serlo atacan a quienes no quieren serlo, de aquellas ilusas que dicen tener cuerpo de “chu” y que niegan el cuerpo de hombre que poseen.
Me cansé de tratar equilibrar los transtornos con la realidad.
Me cansé de entretenerme, de divertirme, de embriagarme con tal de olvidarte.
Me cansé de beber y al estar borracho nombrarte… recordarte.
Me cansé de escribir y que en cada escrito siempre termines tu priorizando mi vida.
Me cansé de estar loko de amor, de obsesión, de aquel que nunca fue nada mío.
Me cansé de tener que soportar a tu familia, a pesar de la estima que les tengo.
Me cansé de que me ataquen o me lo recuerden, de que me digan a voz en cuello con cuantas y con cuantos se ha encamado.
Me cansé… y lo peor es que me sigo cansando… pero el cansancio sigue siendo el mismo… no pasa, no circula, no se va… mientras que yo busco metas el cansancio sigue jodiendo mi vida.
Me cansé… y sigo esperando… esperando que empiecen mis clases, que empiece el mes que viene, que empiecen a hacer mi pseudocuarto, que el tiempo pase y mi plan “ñ” se realice, que acabe mis cursos y saque el bendito bachiller, que junte plata para mi maestría… que el año que viene pase con normalidad… que aquel que más ame no llegue jamás… y que el tiempo se encargue de eliminar tanto cansancio producido por mi retorcida mente que solo sabe cansarse y cambiar y a ratos se decide a no saber nada… nada más que nada.
