La noche, como siempre, es la única compañera que me acompaña al ritmo de este escrito…
… Ayer lo ví, y lo ví en el lugar donde creí jamas volver a verlo. Un “vino tu marido” me sobresalto. Un correteo para verificar tal frase se ocasionó. Un vistaso rapido, disimulado, lo confirmó.
La noche pasaba con total tranquilidad, pero dentro mío algo me decia que tratara de que no me afectara en nada, y creo que no lo hizo, o tal vez si lo hizo. La cuestión es que no recuerdo haber bailado tanto en toda la noche.
Un “te esta mirando” me jodio y me pseudoimporto … ya no hay nada de lo que hubo ayer, de eso estoy seguro, pero el saber que hubo mucho aún me perturba pero poco.
La costumbre es, a veces, demasiado poderosa como para hacer que una cabecita loka empieze a recordar muchas cosas… claro que los recuerdos del ayer no se dieron ayer, ya que esos recuerdos estan dando hoy. Pero son solo imágenes de algo que me importo mucho, no se cuantas veces más tendre que repetirme que “me importo mucho”, pero de verdad… si me importo mucho.
Se fue y me asuste. Se fue con la enfermedad de la mano. Me dio miedo el saber que podría ser un nuevo lugar de incubacíon, pero al final de todo entendí que… es su problema.
Su silencio me jode, y me jode porque se que sentir su silencio me hace saber que le importo, si no le importará absolutamente nada entonces no le perturbaria ni le molestaría mi presencia, y entonces él seguiría como si nada, como antes. Pero no. Su silencio para conmigo hasta ahora sigue creciendo y esto a medida que la distancia es más palpable, con ello la normalidad mia se siente y se cura adicionalmente más.
Tanta wada escribo, tanta mierda le dedico. Creo que es parte de mi sanación, asi que amen a ello. Una página más de haber dedicado uno o varios párrafos a alguien que como dije al inicio… “me importo mucho”.