Un abismo tan predecible, tan conocido, tan peligrosamente exquisito que prefiero dejar de lado. Seguir con “my live” que deje atrás y que estoy retomando desde hace unas décadas de horas.
Ya paso la tormenta, ya se aplacó la tempestad y ha dejado una planta que ya se había extinto y había secado hace unos meses. La plantita, para mí, se llama “amistad”, digo para mí porque es lo que siento, lo único que busco, lo que deseo.
Lo malo de que la tormenta haya pasado es que de tantas vueltas y fuera de lo bueno del renacer de la plantita… es que me dejó al borde de un abismo que me lleva hacia muchas cosas. Cosas que son solo efímeras, con un solo significado para mí… y no para lo que hay dentro un abismo… que tristemente esta muerto.
Que hay dentro de un abismo? O bueno dentro del abismo que estaba delante mío. Ya pase por ese abismo hace un buen tiempo. Escalarlo me tomo mucho tiempo, me ocasiono heridas de sangrantes, lagrimas aullantes, gritos ahogados, y todo lo que ocasiona el querer subir a un abismo.
Pero lo que hay dentro de ese abismo es pura inertilidad existente, pura frialdad, pura oscuridad y una epidemia dolorosa que es más horrible que la temible lepra.
Así es de horrible el abismo que deje atrás. Un abismo traicionero, ilusamente confundible, es un hueco profundo donde el aire te engaña y te hace ver cosas maravillosas que no están dentro de lo real o de la mente viva que uno posee.
La vida me espera. Mi camino me grita no me dejes. Mis sueños me jalan a seguirlos. Y así voy dejando un abismo tan peligroso. Así voy andando por el camino señalado. Continuo con el camino que es mio… continuo luego de haber solucionado algo que me atormentaba tanto… la plantita seguirá allí, se mantendrá a la espera de un poco de agua para crecer… o quien sabe… morirá o se enaneará sin recibir cariño… en realidad como dice esa canción… que le viene bien a este texto… YO NO SE MAÑANA.
